Hallaron objetos de nativos y españoles en nuevas excavaciones en el Fuerte de la Villa
23/06/2015 15:45:00

Un equipo de arqueólogos del Museo de Historia Natural realiza excavaciones en el predio del Fuerte de la Villa 25 de Mayo para determinar hasta dónde podrán trabajar, sin dañar el patrimonio histórico, los obreros y máquinas que harán las obras de revalorización del lugar.
“Nosotros estamos trabajando desde hace un mes y tenemos para un mes más de trabajo para marcar los límites de las ruinas, de modo tal que la construcción de veredas no afecten las ruinas actuales”, explicó la arqueóloga Clara Otaola, que trabaja junto con sus colegas Gustavo Neme y Miguel Giardina, y otros colaboradores.
El proyecto de revalorización contempla unos senderos alrededor de las ruinas, una rampa del lado oeste para observar el fuerte desde arriba, baños, un informador turístico y diversos bancos en la plaza de armas.
Por lo pronto, ya marcaron en el sector de la plaza algunos lugares donde se podrá colocar los bancos sin afectar lo que podría estar enterrado y ser de utilidad arqueológica. También descubrieron un piso de piedras que sería el original del fuerte y hasta donde se extiende.
Tras esto, los expertos prevén continuar con las excavaciones en el sector donde se erigirá la rampa y lo que era el antiguo basural del fuerte, donde ya hicieron algunos “pozos”.

Hallazgos
Estas excavaciones también han permitido encontrar una numerosa cantidad de elementos valiosos para ahondar el trabajo que hizo en la década de 1970 el recordado Humberto Lagiglia, fundador del museo y pionero en el estudio del lugar.
“Hasta ahora –añadió Clara- en el área de la plaza hemos encontrado materiales arqueológicos prehispánicos y pos-hispánicos. Es decir que probablemente hallamos elementos de los aborígenes que habitaban esta región y en las capas de más arriba materiales provenientes de los habitantes del fuerte”.
Entre los elementos prehispánicos, habían “restos de herramientas de piedra que utilizaban, de la fauna que consumían y de materiales productos de los fogones que prendían, que puede ser fechados para tener la noción de la antigüedad”. Y en lo referido a comida había cáscaras de huevo de choiques y restos de piches, guanacos y aves.
En cuanto a materiales del período posterior, descubrieron botones, balas antiguas de fusil, restos metálicos oxidados, lozas y huesos de animales introducidos en la zona como vacas, caballos y chivos.
La superposición se debe a que el fuerte fue construido en una zona que ya había sido elegida por los habitantes originarios por diversas ventajas, como el resguardo del viento y la cercanía al río.
“La evidencia de que era un buen lugar para vivir es porque hay restos arqueológicos, eso indica que si los indios lo eligieron entre todo el ambiente de la región es porque era un buen lugar”, explicó Neme.
De las ruinas originales quedan muy poco debido a que en la década de 1970 se reconstruyó sobre lo poco que quedaba. El concepto actual es no intervenir en ese tipo de patrimonio, de ahí los trabajos para evitar más daños con las obras en marcha.

Orígenes
El fuerte fue fundado en 1805 por orden del virrey Rafael de Sobremonte y dio origen a la cabecera del departamento, después trasladada al actual emplazamiento.

Restos
Lo que queda del fuerte es un tercio del original, que fue arrasado por una gran crecida que tuvo el río Diamante casi un siglo después de su construcción.

Fuente: Uno San Rafael